Antes de firmar ofertas bancarias, lee la letra pequeña

Se nos ha dicho hasta la saciedad: hay que leer siempre la letra pequeña de cualquier cosa que tengamos pensado firmar, desde aquello que apenas suponga un desembolso importante de dinero hasta algo tan importante como las ofertas bancarias.

En este caso,  cualquiera de nosotros puede acceder a la página web de un banco, ver su oferta hipotecaria y ver que bajo la información más grande se encuentran un montón de datos escritos en letra pequeña, que es realmente lo que importa. Piénsalo bien: aquí sí se puede leer y no como en la televisión, dónde esos mismos datos pasan a toda velocidad y en un tamaño casi ininteligible.

La TAE, protagonista de la letra pequeña de las ofertas bancarias

Algunas fuentes nos recomiendan que, antes de nada, nos centremos en la Tasa Anual Equivalente (TAE). Hay que fijarse bien en las primeras líneas de la letra pequeña y ahí veremos si se incluye una comisión de apertura y de cuánto es. Pero no sólo debemos quedarnos aquí: también debemos revisar si se incluyen extras, el precio de la tasación y todos los gastos que conlleva formalizar una hipoteca. También es básico fijarnos en qué clase de hipoteca han puesto como ejemplo de referencia.

¿Un asesor para descifrar la letra pequeña?

En cualquier caso, no debemos olvidarnos del matiz fundamental: para muchas personas, el mundo de las ofertas bancarias es bastante complejo y ante estos casos, lo más aconsejable es contar con los servicios de un asesor especializado que, a cambio de una comisión, nos pueda ayudar con todos los trámites necesarios. Aunque al final las condiciones que nos ofrezca el banco no nos convengan y no se llegue a firmar la hipoteca, siempre hay que actuar sobre seguro, sobre todo si no se tienen claros los conceptos financieros básicos.

Comparar, comparar y comparar ofertas bancarias

Si aún así queremos la hipoteca aunque no nos convenzan las condiciones que nos ofrece el banco, siempre podemos hacer lo mismo que haríamos cuando vamos a comprar cualquier producto a una gran superficie, comparar precios, aunque en este caso lo que debemos es comparar las propuestas y condiciones de cada entidad bancaria, algo que puede llevarnos algo de tiempo, pero con un comparador podremos hacerlo con total comodidad y de una manera rápida.

Otra alternativa en esta clase de ofertas bancarias es tratar de ahorrar un poco más de dinero y solicitar un préstamo menor o incluso añadir un avalista para ofrecer al banco la garantía de que no se encuentra con un cliente que dejará de pagar a la mínima de cambio. Pero lo más importante es tener bien claros esos conceptos que muchas veces se esconden en la letra pequeña de las ofertas bancarias.