La entidad financiera ING fue multada la semana pasada por la cantidad de 775 millones de euros. El motivo de la multa fue por permitir que en sus cuentas bancarias se llevara a cabo blanqueo de dinero. A raíz de esta situación Koos Timmermans director financiero del grupo holandés dimitió de su cargo.
Durante los último años Timmermans estuvo a cargo de la junta gestora del banco y fue último responsable de ING Holanda. Este periodo concuerda con las investigaciones que llevaron a cabo las autoridades holandesas, específicamente entre los años de 2010 y 2016. Por esta razón el grupo ha anunciado mediante un comunicado la renuncia del empresario.
Acorde al jefe de la junta supervisora de ING, los intereses del banco se pueden ver afectados y es por eso y la seguridad de sus accionistas, que ha sido la decisión más apropiada. «Se llegó a la conclusión de que lo mejor es es que la junta directiva asuma sus responsabilidades» afirmó Wijers en sus declaraciones con respecto al caso.
A través de declaraciones hechas por la entidad financiera se aseguró no haberse encontrado indicios de cooperación activa por parte de empleados, sin embargo, también se indicó que varios empleados con puestos directivos serán investigados, debido a la responsabilidad directa que estos tenían con las prácticas de prevención contra delitos económicos.
La dimisión de Timmermans se hará efectiva cuando se encuentre a su sustituto. Así mismo, quien ocupe el cargo requerirá de la aprobación de accionistas y reguladores, mientras tanto el cambio se realizará gradualmente para facilitar una transición ordenada.
ING y el caso de blanqueo de capitales
El 4 de septiembre ING se comprometió con la fiscalía a pagar una multa de 675 millones y a restituir otros 100 millones debido a su falta de eficiencia al prevenir el blanqueo de dinero a través de sus cuentas. Al parecer en el periodo de 2010 y 2016 se detectó fallos en la prevención contra el blanqueo de capitales, los cuales alcanzaron hasta cientos de millones de euros.
Acorde a la fiscalía el lavado se dió a causa de una mala supervisión por parte de la entidad bancaria. En 2016 la oficina holandesa anti fraude investigaba delitos económicos y detectó en algunas cuentas de ING transacciones dudosas, por parte de empresas y particulares. Uno de los casos más sonados fue el soborno de millones de dólares que recibió la hija del presidente de Uzbekistán, Gulnara Karimova.
Por su parte Mario Centeno, presidente de Eurogrupo subrayó que deben llevarse a cabo más acciones contra este tipo situaciones ilegales “Es una responsabilidad compartida de las autoridades nacionales y las instituciones de la Unión Europea” aseguró.
Opinión política en Holanda con respecto al caso
El gobierno de Holanda también ha mostrado su inquietud con respecto a este caso, puesto que las cuentas públicas que se manejan en ese país se manejan a través de las cuentas bancarias de ING. Tanto el partido ecologista como la social democracia, han cuestionado si la mejor decisión sería seguir teniendo a ING como banco de cabecera. Nuestros impuestos no están en buenas manos en un lugar así”, dijo Henk Nijboer, diputado socialdemócrata.
Por otro lado el ayuntamientos de Amsterdam, cuenta con un presupuesto de 5,500 millones anuales, lo cual ha generado una preocupación a causa de lo ocurrido. La licitación para elegir un nuevo banco municipal estaba planeada para el año 2019, sin embargo, se espera que se pueda realizar antes para poder cambiar lo más pronto posible la entidad bancaria encargada de las cuentas públicas.
“La atención que conlleva todo esto no es buena para mantener la confianza en el sector”aseguraron portavoces de la Asociación Holandesa de la Banca.
Pero el blanqueo de dinero no ha sido el único escándalo en el que se ha visto involucrada la organización, puesto que Ralph Hamers primer ejecutivo de ING trató de duplicar su salario en el mes de marzo, cosa que la opinión pública impidió en su momento.