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Qué es la Inspección Técnica de Edificios (ITE)

edificio

La mayoría tiene muy claro que los coches cuando pasan determinados años tienen que pasar la ITV o inspección técnica de vehículos. Se realiza para comprobar que los elementos más importantes del vehículo son aptos para circular. Pues bien, aunque pueda parecer mentira, algo parecido ocurre con las viviendas, pero en este caso hablamos de la ITE o Inspección Técnica de Edificios.

Se revisan, en general de forma visual, apartados que son relevantes para conocer si la construcción mantiene las condiciones necesarias para ser habitada. De esta manera, se tiene la certeza de que la casa analizada no es un riesgo ni para las personas que viven en ella ni para los vecinos. Evidentemente, para hacer el control pertinente, se recurre a un especialista que es el encargado de hacer las comprobaciones necesarias.

Qué es lo que se revisa en la inspección

Se revisan elementos esenciales de la casa. Algunos ejemplos son la estructura del propio edificio para certificar que la seguridad de esta es lo suficientemente buena como para que no se tengan problemas y, además, también se verifica la estanqueidad completa de la vivienda. También hay otros elementos que se comprueban habitualmente, como por ejemplo las escaleras internas, la fontanería, la accesibilidad que existe e, incluso, si los materiales de construcción están en un estado adecuado.

Los informes que se realizan tienen que pedirlos los dueños de la casa, por lo que no se puede recurrir a ningún tipo de entidad privada o pública para hacer esto. Generalmente, se contrata el servicio de espaciales que tiene la potestad de firmar los informes que se suministran una vez pasado el control pertinente. Algunos de los profesionales que están capacitados para ello, son los siguientes: ingenieros, aparejadores y arquitectos.

Los informes que se obtienen al pasar una Inspección Técnica de Edificios

Una vez que se ha finalizado la comprobación, que es importante tener en cuenta que no necesita entrar en la casa de los vecinos (por lo que no hay que insistir en ello para no tener problemas), se puede obtener un resultado como favorable o, en su defecto, desfavorable. En este último caso es cuando es necesario realizar intervenciones en modo de reforma para cumplir con la normativa vigente.

Existen diferentes grados en los resultados del informe que pasamos a explicar para tener claro lo que se leerá en el ITE que se obtiene:

Grado 4: esta sería la mejor de las noticias al pasar la Inspección Técnica de Edificios, ya que en la revisión no se ha encontrado problema alguno, por lo que no es necesario ejecutar intervención alguna en la vivienda. De esta forma, se puede estar tranquilo porque todo está exactamente como debe y, por lo tanto, simplemente hay que esperar a que se lleve el certificado a la entidad pública correspondiente.

Grado 3: las deficiencias encontradas son de tipo leve. Se tiene que resolver, pero no es algo urgente, ya que no impiden una correcta funcionalidad de la casa a la hora de vivir en ella. Son fallos puntuales que tiene fácil solución y que no se tiene que abordar de modo inmediato -pero no es positivo esperar mucho para acometer las reformas que se han indicado que son necesarias-.

Grado 2: se han encontrado problemas que son algo más graves y que pueden suponer una potencial peligro para las personas que viven en la construcción. Existen fallos de todo tipo en este grado, pero los propios de la estructura son los más habituales. Se tiene que solventar de una forma rápida, ya que no se obtiene en caso contrario la documentación correspondiente para seguir viviendo en la casa.

Grado 1: si se recibe documentación de este tipo al pasar la Inspección Técnica de Edificios, los fallos encontrados en la revisión son muy graves, y se tiene que acometer las reformas necesarias de manera urgente. Las deficiencias impiden habitar la casa, ya que son muy graves, y se tiene un tiempo máximo de solución de apenas un día, por lo que se tiene que ser rápido y efectivo en el caso de obtener esta graduación.

Las viviendas que tienen que pasar la ITE

Desde el año 2012 la normativa indica que las casas que tienen más de 45 años tienen que realizar la verificación de la que estamos hablando. En el caso de superarla, el comportamiento de las comprobaciones es similar a los propios de los coches, ya de una vez que pasen periodos de diez años se tiene que hacer una nueva Inspección Técnica de Edificios (esto puede variar dependiendo de la Comunidad Autónoma, que son las entidades oficiales que regulan esto). Es importante conocer que el técnico que ejecuta el análisis es el encargado de entregar el certificado, independientemente del resultado obtenido.

La importancia de pasar las ITE es alta, ya que, por ejemplo, si esto no se tiene al día, y se tiene la intención de vender la casa, los bancos pueden denegar una hipoteca en el caso de que no se tenga esta documentación al día. Por lo tanto, es de lo más recomendable, incluso por motivos de tranquilidad, no dejar para las fechas en las que se tiene que pasar la Inspección Técnica de Edificios.

Cuánto cuesta realizar la revisión

No hay una cantidad fija, ya que depende bastante del tipo de revisiones y la cualificación del técnico al que se le realice el encargo. La cantidad también depende bastante del tipo de vivienda, con precios que oscilan entre los 200 euros para las casas unifamiliares hasta los 1.000€ en el caso de edificaciones grandes. Lo que sí es muy recomendable es pedir un presupuesto en el que se indique las acciones que se harán para, de esta forma, estar siempre seguro de que se revisarán todos los aportados necesarios para que la certificación obtenida en la Inspección Técnica de Edificios es la adecuada.

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