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¿Podemos pedir un préstamo para reformar nuestra vivienda?

préstamo hipotecario

Más tarde o más temprano surge la necesidad de hacer una reforma en nuestro hogar. Bien porque lo queremos vender y queremos sacarle el máximo rendimiento a nuestra venta, porque deseamos alquilarla y ponerla en mejores condiciones, o bien porque nuestra vivienda habitual necesita una reforma. Es el momento de hacer cuentas, informarnos y saber si podemos pedir un préstamo a nuestro banco, y qué tipo de préstamos tenemos a nuestra disposición. Porque sí que es posible solicitar préstamos para reformas de viviendas. Y hay diversas fórmulas para poder conseguir esa liquidez que necesitamos.

Préstamo hipotecario o préstamo al consumo

Las entidades bancarias pueden ofrecer dos tipos de préstamos: el préstamo hipotecario, y el préstamo al consumo. Un préstamo hipotecario suele ser más rentable, puesto que los intereses son más bajos, y también es más largo el plazo para devolver. Aunque también debemos de tener en cuenta que los gastos de formalización de un préstamo hipotecario son mayores que los de un préstamo al consumo. En cualquier caso, es difícil llegar a una conclusión de lo que más nos puede convenir, y lo más recomendable, sin duda alguna, es acudir a nuestro banco para obtener asesoramiento. Así obtendremos la hipoteca o préstamo que más nos interese en términos de plazos y de cantidad total a desembolsar.

Requisitos bancarios para solicitar un préstamo hipotecario para reformas

Los bancos pueden conceder préstamos hipotecarios, en el caso de que compremos una vivienda y necesitemos hacer una reforma integral, basado en el precio de tasación de la vivienda en ese momento, pero con unas condiciones, ya que no vamos a saber cómo quedará la casa tras la rehabilitación. En este caso, y para poder incluir el valor de la reforma en la tasación de la vivienda adquirida, necesitaremos cumplir unos requisitos: en primer lugar, contar con la licencia de obra; que la rehabilitación de la casa vaya a realizarse la vise un colegio profesional; o que implique, por lo menos, un 50% de la superficie edificada antes de iniciar la obra, entre otros.

Debemos saber que no todos los bancos ofrecen este tipo de hipoteca, por lo que tendremos que informarnos en el nuestro como primera opción. Y en caso afirmativo, también conviene saber que hay hipotecas específicamente diseñadas para reformas, y que los intereses suelen ser algo más altos que los de hipotecas para compras de vivienda.

Ampliación de nuestra actual hipoteca

Si ya tenemos una hipoteca sobre nuestra vivienda, y deseamos realizar una reformarla, solicitar la ampliación de nuestra hipoteca es también una buena opción. Se trata de una operación que consiste en ampliar el capital que pedimos inicialmente para financiar la compra de nuestra casa. Ésta es una opción muy popular entre muchos compradores, ya que aunque los bancos no tienen la obligación de hacerlo, muchos suelen autorizar este tipo de operación, que repercute en la mejora de las compras de viviendas. En algunos casos, los bancos tienen en cuenta, para conceder este tipo de hipotecas, el tiempo que llevamos pagando el préstamo inicial, y cuánto tiempo nos queda por pagar.

En la mayoría de los casos, las entidades bancarias aumentarán unas décimas el interés de nuestra hipoteca original, por lo que el total a pagar se verá incrementado. Además, posiblemente tengamos que pensar en que el importe final a pagar pueda incrementarse, ya que llevará asociados unos gastos imputables al cambio de hipoteca inicial.

Hacer una ampliación de hipoteca resulta muy aconsejable si el gasto en la reforma va a ser elevado y quedan pocos años para que acabemos de pagar la hipoteca, porque ampliar el capital es una manera más económica de conseguir una financiación, que los préstamos al consumo.

Reformas con un préstamo al consumo

Pedir un préstamo personal o un préstamo al consumo, también puede resultar una buena opción si no tenemos que invertir mucho dinero para financiar la reforma de nuestra casa, dado que los precios de los préstamos personales se han rebajado en los últimos años, aunque no bajan del 6%. En muchos casos, puede ser una opción más económica, ya que los gastos asociados son bastante menores que los de suscribir o ampliar una hipoteca, con lo que podemos ahorrar una cierta cantidad a la larga.

Esta alternativa es también la que nos queda, ya que hay bancos que deniegan la suscripción de hipotecas o la ampliación del capital sobre la hipoteca que ya tenemos. Para solicitar un préstamo personal, debemos tener en cuenta varios factores:

  • El interés: aunque se trate de un interés fijo, el porcentaje puede variar en función de la cantidad que solicitemos y también del plazo en el que queramos devolver el capital solicitado.
  • El plazo de amortización: en este tipo de préstamos, el plazo puede rondar entre los 5 y los 8 años, aunque también hay entidades bancarias que lo extienden a 10 años para facilitar la devolución del préstamo en cantidades más pequeñas y asequibles. La cuota es fija y mensual.
  • Cantidades: muchas de las entidades bancarias ofrecen préstamos de estas características de hasta 60.000 o 90.000 euros.
  • Las comisiones: Las comisiones de este tipo de préstamos son variables, y pueden llevar una comisión extra de apertura, y otra de cancelación, si decidimos cancelar el préstamo antes del plazo inicialmente acordado con nuestro banco.

Otras consideraciones a tener en cuenta a la hora de pedir un préstamo o una hipoteca

No siempre la primera oferta que buscamos o encontramos, o el hecho de acudir a nuestro banco de toda la vida, nos proporcionarán la mejor oferta de acuerdo a nuestras necesidades.

Existen bancos que exigen la contratación de productos asociados al préstamo o a la hipoteca, como los seguros del hogar en el caso de hipotecas para reformas. También hay bancos que no aplican comisiones de apertura a nuestro préstamo personal. La oferta es tan variada, que es necesario que nos informemos contrastando datos.

Si no disponemos de mucho tiempo, y la investigación por nuestra cuenta, además de la petición de información a nuestra entidad bancaria habitual, se nos hace cuesta arriba, hay páginas Web que se dedican a buscar y comparar ofertas, y que nos pueden servir de mucha ayuda a la hora de tomar la mejor decisión sobre el préstamo o la hipoteca para reforma que nos gustaría solicitar.

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