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Los depósitos a la vista: todo lo que necesitas saber

Un depósito bancario es un producto financiero de ahorro seguro con el que el ahorrador pone a disposición de la entidad bancaria una cantidad de dinero para que esta lo guarde a cambio de un interés o unos servicios. El tipo de interés de los depósitos suele ser fijo, aunque en muchos casos también puede ser variable.

Lo que se busca con un depósito bancario es seguridad, garantía, sencillez y rentabilidad. En la actualidad, nos encontramos con dos modalidades principales de depósitos bancarios:

  • El depósito a plazo
  • El depósito a la vista

Qué es un depósito a la vista

El depósito a la vista es aquel producto financiero con el que podemos transferir o retirar el dinero en cualquier momento, ya que no se requiere de ningún aviso previo, al menos si no estamos hablando de una cantidad importante de dinero. Se trata, en realidad, de una cuenta corriente en la que se llevan a cabo los ingresos, pagos, domiciliación de recibos, retiradas en efectivo, transferencias, etc.

El depósito a la vista es pues un producto financiero operativo y no de ahorro. Es cierto que, en función de la entidad bancaria, puede brindar un interés u otro, pero sigue siendo un producto pensado para la gestión diaria del dinero. Si se deseara contar con un producto para gestionar el ahorro a largo plazo, habría que recurrir, por ejemplo, al depósito a plazo.

Una de las principales características del depósito a la vista es su sencillez de apertura. Disponer de un depósito de este tipo apenas supone unos requisitos mínimos. Por otro lado, es un depósito al que le podemos asociar tarjetas de débito y/o crédito para una mejor gestión del dinero y agilizar la realización de operaciones con cargo al depósito a la vista.

Tipos de depósitos a la vista

Los depósitos a la vista pueden ser corrientes o de ahorro. Entre ambos tipos hay muy pocas diferencias, siendo la más clara el soporte de ambas: la libreta en lo que respecta a las cuentas de ahorro y el talonario de cheques en las cuentas corrientes.

Ventajas de los depósitos a la vista

Los depósitos a la vista son una de las mejores opciones que tienen los clientes de una entidad para gestionar sus ingresos y sus gastos. El método para controlar ambos procesos es muy cómodo y sencillo.

Además, es un tipo de depósito que nos permite disponer de nuestro dinero en cualquier momento. Al mismo tiempo, tiene un coste muy reducido para el cliente, quien solo tendrá que abonar una comisión por mantenimiento de cuenta de carácter trimestral. Este último punto dependerá de cada entidad financiera.

El único inconveniente que presentan es que no ofrecen una gran rentabilidad, ya que apenas tienen remuneración para el titular del depósito. Además, hay que tener en cuenta que generalmente los depósitos a la vista cobran comisiones por transferencias, por usar cajeros que no pertenecen a la misma entidad, por descubiertos en cuenta, etc.

Depósitos a la vista vs Depósitos a plazo

Los depósitos a la vista y los depósitos a plazo son las dos modalidades principales de depósitos bancarios con las que trabajan las entidades financieras. Ambas son operaciones que las entidades mantienen gracias al dinero de sus clientes. No obstante, cada entidad se compromete a devolver dicho dinero de la manera que está especificada en el contrato con el titular de la cuenta.

La principal diferencia entre ambos es que en los depósitos a la vista el titular puede reclamar el dinero en cualquier momento y sin previo aviso. En el depósito a plazo, en cambio, la inversión tiene como objetivo obtener un rendimiento en el futuro, por lo cual el dinero no se podrá retirar durante un tiempo determinado en el contrato por el banco y el titular.

Si el titular desea disponer de sus ahorros colocados en un depósito a plazo antes de la fecha de vencimiento, deberá abonar una penalización o una comisión por cancelación anticipada. Esto es algo que no sucede en ningún caso en los depósitos a la vista.

Otra de las diferencias que debemos señalar es que los depósitos a plazo le brindan al titular un mayor interés que los depósitos a la vista. También hay que destacar que en los depósitos a plazos no se permite la domiciliación de recibos y nóminas ni otros conceptos que supongan un movimiento de cobros o pagos.

Los depósitos a la vista en España

Los depósitos a la vista se han convertido en España en los últimos años en la modalidad de ahorro más consolidada. Los ahorradores españoles destacan que en la actualidad este es el mejor refugio para su dinero. El saldo anual en depósitos a la vista creció durante el pasado año 2019 en más de 60.000 millones de euros por quinto año consecutivo.

El dinero que se halla en la actualidad en los depósitos a la vista españoles duplica el existente hace solo siete años. Esto da una muestra inequívoca del enorme progreso que ha experimentado esta modalidad en nuestro país recientemente. Y todo ello teniendo en cuenta que es un producto financiero que apenas remunera.

Este último aspecto lo que nos demuestra es que los españoles prefieren tener su dinero disponible en este tipo de productos financieros a otros con más riesgo, aunque los primeros ofrezcan una mínima rentabilidad. Los clientes prefieren tener su dinero disponible sin ningún tipo de penalización.

Sin ir más lejos, desde el año 2015 en España tenemos más depósitos a la vista que depósitos a plazo. Una modalidad que no solo ha ganado más adeptos, sino que también los ha consolidado con las nuevas ventajas que han introducido muchas entidades bancarias.

En definitiva, el depósito a la vista es un tipo de depósito bancario que se suele utilizar para las operaciones diarias, tanto a nivel personal como empresarial. Su principal característica es que el titular puede retirar parte o la totalidad del dinero acumulado en el depósito en cualquier momento.

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