El funcionamiento de los cheques consiste en un documento mercantil que se utiliza como modo de pago entre dos personas físicas o jurídicas. Quién firma un cheque se conoce como librador del cheque y quién lo cobra es el tenedor o beneficiario. El beneficiario del cheque debe de acudir con este a una entidad bancaria y allí recibirá el importe del mismo, siempre y cuando haya fondos en la cuenta del librador.
Hay que tener en cuenta que si se acude a cobrar un cheque en una entidad bancaria que no sea la misma en la que tiene la cuenta el librador, se nos puede cobrar una comisión. Algunas entidades cobran siempre una comisión, que puede ser una cantidad fija o un porcentaje del importe. Otros bancos no cobran comisiones a determinados clientes que tienen algún plan especial del banco.
Tipos de cheque
Existen diferentes tipos de cheque, aquí continuación te decimos cuáles son y sus características principales.
- Al portador. El beneficiario del dinero es quien posee el documento.
- Nominativo. Indica los datos del beneficiario. A diferencia de un documento al portador, no puede ser cobrado por cualquier persona aunque lo tenga bajo su custodia.
- Cheque cruzado. únicamente puede ser cobrado por medio de una entidad bancaria.
- Cheque para abonar en cuenta. Como su nombre lo dice, se podrá cobrar solamente si se abona en una cuenta bancaria.
- Cheque conformado. Este tipo de cheque surge a raíz de que la entidad bancaria, se asegure de que la cuenta de la que se extraerá el dinero tiene fondos. Así se garantiza el cobro.
¿Cuáles son los requisitos de un cheque?
Todo cheque debe de cumplir con ciertos requisitos para poder hacerse efectivo. Los principales son:
- Tener la denominación de «cheque» en el documento.
- Cantidad de dinero que deberá ser pagada, escrita tanto en número como en letra.
- El nombre de la persona que va a pagar.
- Fecha y lugar en el que se va a hacer efectivo el pago.
- Firma de quien expide el cheque.
¿Qué ocurre si firmo un cheque que no tiene fondos?
Por la influencia del cine, el funcionamiento de los cheques puede resultar confuso y es que tendemos a pensar que si damos un cheque sin fondo estamos cometiendo un delito. Sin embargo, en el caso de que se emita un cheque y no haya suficiente dinero para pagarlo, no se estará cometiendo un delito a no ser que se pruebe que se ha hecho con la intención de estafar a la otra persona. En ese caso se estará cometiendo una estafa, con las connotaciones legales que eso conlleva.
Pero el hecho de que no sea un delito no quiere decir que esto no tenga consecuencia alguna. Si una persona le da a otra un cheque sin fondos, esta puede denunciarlo y el emisor del documento estará obligado a darle el dinero comprometido incrementado en un 10%. Pero además deberán de añadirse intereses de demora y una indemnización de los daños y perjuicios. La Ley de Enjuiciamiento Civil marca actualmente los intereses a pagar en dos puntos por encima del interés legal del dinero.
Pero quizás la peor consecuencia no sea la económica, sino que si el importe del cheque es superior a los 300 euros, el emisor del cheque sin fondos puede pasar a formar parte del RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas), lo que hará que durante un plazo de tiempo bastante largo no tenga posibilidades de conseguir un préstamo bancario o una hipoteca.
En el caso de que por error hayamos dado un cheque sin fondos, lo mejor es anticiparse al problema, llamando a la persona y tratando de solucionar el incidente de una manera amistosa, evitando la denuncia.
A la hora de cobrar un cheque, si queremos gozar de todas las garantías, debemos de ir a cobrarlo antes de que pasen 15 días desde su emisión si se trata de un documento realizado en España, 20 días si se ha emitido en Europa y 60 para el resto de países del mundo. Esto no quiere decir que el cheque caduque en este plazo, cosa que ocurre a los seis meses, pero transcurrido este tiempo el emisor puede revocarlo o podemos perder el derecho a reclamar si este no tiene fondos.