Si vas a financiar la compra de una vivienda deberás saber que la solución más habitual para financiarla es a través de una hipoteca. Pero este producto financiero no es uniforme, sino que por el contrario dispone de varios formatos en su contratación: a plazo fijo, variable o incluso mixto. En un contexto general en el que el número de créditos hipotecarios formalizados en diciembre se han elevado a 36.220 nuevos contratos, según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Donde también se pone de manifiesto que han crecido en un 24,10 % respecto al mes anterior.
Los datos oficiales por otra parte constatan que en este período las preferencias de los usuarios se han decantado por las hipotecas a tipo fijo. Al ser receptoras en el 64,3 % de los contratos formalizados con las entidades bancarias. Mientras que las de tipo de interés variable han alcanzado el 35,70 % de las demandas. En este sentido, te conviene conocer que la oferta por parte de los bancos incorpora la doble modalidad en este producto. Por tanto, te conviene analizar cuál de los dos tipos de interés te conviene contratar a partir de estos momentos. Esta decisión, no solo dependerá del perfil que presentes como usuario. También de las características de estas hipotecas. Para que de esta forma, al finalizar el contrato puedas ahorrar una cantidad de dinero bastante estimable.
.¿Qué tipo de hipoteca me conviene suscribir?
Para que puedas canalizar esta demanda con mayores garantías de éxito te vamos a mostrar cuáles son las ventajas y desventajas de estas dos hipotecas. Con la finalidad de que puedas tomar tu decisión final con mayor información sobre la operación. El principal beneficio que te aportará la hipoteca a plazo fijo es que siempre pagarás la misma cuota mensual. Sea cual fuese el importe demandado o el plazo al que vas a dirigirlo. No en vano, el hecho de mantener una cuota constante e invariable todos los años te ayudará a llevar una mejor planificación en tu economía doméstica. Entre otras razones porque no tendrás subidas inesperadas en esta cuota que te pueda desestabilizar tus cuentas personales.
Otra de las aportaciones más ventajosas de la hipoteca a plazo fijo reside en que no tendrás que preocuparte nunca sobre la subida o bajada en el tipo de interés. De la misma manera que su tendencia general en los últimos años es ofrecer unas comisiones más competitivas que en las hipotecas a tipo variable. Cabe recordar que con una disminución del 0,3 % en este gasto te ahorrarías en torno a 900 o 1.000 euros al terminar el contrato hipotecario. Es cierto que no es cantidad muy llamativa, pero al menos te servirá para contener algo tu desembolso durante la duración de este producto.
Mientras que por otra parte, su inconveniente más relevante es que en el momento de contratarla dispones de un tipo de interés más alto respecto a la otra modalidad en la financiación. Al igual que por el hecho de que sus plazos de amortización suelen ser más cortos. Con una duración máxima que oscila habitualmente entre 15 y 20 años. Este es un motivo de que te hará desistir de su formalización si tu deseo es no finiquitar el préstamo de forma rápida.
.¿Como son a tipo de interés variable?
Las hipotecas a tipo variable son más flexibles porque están adaptadas a las condiciones del mercado. Es decir, te será mucho más complicado prever el coste que tendrá su formalización. La mayoría de estos créditos están vinculados al Euríbor, el indice de referencia europeo. Hasta hace pocas semanas era más beneficioso optar por este modelo. Debido a que este índice se había situado en mínimos históricos durante los últimos cinco años. Llegando incluso a situarse en terreno negativo, al superar en algunos momentos de 2021 en – 0,500. Para a partir de este año iniciar un cambio de tendencia que le ha llevado en las primeras semanas a ubicarse en la barrera del – 0.400. Este hecho propicia que los tipos de interés sean más suaves y que se hayan situado por debajo del 1 %. Como consecuencia de la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) de llevar a cabo varias subidas de tipos durante el año en curso. Una medida que por otra parte tendrá réplica en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
¿Cómo pude afectarte estos movimientos en el estado de tu hipoteca a tipo de interés variable? Pues en que a medida que se vayan elevando el precio del dinero, irá subiendo tu hipoteca a través de cuotas mensuales más exigentes. Este es precisamente uno de los inconvenientes que tiene esta clase de créditos hipotecarios. No permanecen inmóviles y pueden variar en uno u otro sentido. No en vano, ya no es muy probable que estas hipotecas mantengan las inmejorables condiciones en su contratación que tenían hasta hace pocas semanas. Con cambios cíclicos en función de la evolución de la economía internacional.
De todas las formas, son otras las ventajas que te puedes encontrar si formalizas ahora una línea de financiación de estas características. Como por ejemplo, que generen períodos de amortización más largos. Hasta el punto de que podrás acceder a la financiación de tu vivienda en hasta 40 años. Por el contrario, una de las desventajas de este modelo reside en que durante los primeros años (entre 1 y 3) tu hipoteca va a estar ligada al tipo de interés fijo. Al igual que el posible encarecimiento de la hipoteca debido al riesgo de que en los últimos años termines pagando más dinero del previsto por su constitución. Es decir, te producirá mayores inquietudes sobre el coste real de la operación.
De cualquier forma, siempre tendrás la opción de recurrir a alguna oferta que te ofrezca rebajas en el tipo de interés o incluso la exención de comisiones. También a través de las hipotecas bonificadas que irán reduciendo su valor en dependencia de los productos suscritos con la entidad (fondos de inversión, seguros, cuentas de ahorro, etc.).