Tal vez comprar una casa es un sueño en el que llevamos trabajando muchos años, y largamente esperado para muchos. Puede que queramos comprar una vivienda habitual, por primera vez en nuestra vida, o invertir en una segunda vivienda para vacaciones.
Si estamos algo desactualizados respecto a precios de vivienda, qué tipo de vivienda nos conviene más, zonas más económicas o más caras, o si es mejor comprar una vivienda de nueva construcción o una de segunda mano, la buena noticia es que 2021 es un buen año para comprar, ya que el mercado está reactivándose lentamente, y sigue a la baja.
Cómo hacernos una idea del precio de nuestra vivienda ideal
Lo primero que debemos hacer, si ya estamos decididos, es mirar las zonas que no interesan, hacer una recopilación de información y comparar precios. Hay elementos clave para comparar precios, partiendo de la base de que, en general, los inmuebles serán más caros en las grandes ciudades que en los municipios de alrededor. Hay ciudades donde el precio por metro cuadrado es alto: Madrid, Barcelona, Sevilla, San Sebastián, mientras que otras ciudades más pequeñas son más barata: Albacete, Guadalajara, etc. Los precios dependerán mucho de la ciudad en la que trabajemos y en la que queramos instalarnos y residir.
Lo mismo ocurre con los barrios de las grandes ciudades. Mientras hay barrios más asequibles dentro de las ciudades, también los hay más caros si nos decantamos por el centro o por barrios residenciales de alto nivel. Y respecto a las viviendas de nueva construcción o las segundas viviendas, también notaremos diferencias de precios entre unas y otras.
El precio de la vivienda en 2021
Si 2020 fue un año muy difícil para todos los sectores de la economía, incluido el inmobiliario, 2021 puede ser un año en que la compra-venta inmobiliaria empiece a remontar de forma lenta, pero segura. Es bastante previsible, según los expertos, que en este año el precio de la vivienda y del alquiler continúe a la baja como consecuencia de la crisis. Aunque también debemos conocer la otra cara de la moneda: es más que probable que las entidades financieras endurezcan sus criterios de financiación hipotecaria. Tal vez sea un buen momento para comprar, pero también para investigar cuáles son las mejores condiciones para conseguir una hipoteca según nuestras posibilidades.
Para economías más saneadas, 2021 será un buen momento de compra, porque en principio las entidades financieras no pondrían problemas en la concesión de una hipoteca, mientras que para economías más bajas, quizás es mejor esperar algún tiempo, y seguir buscando, ya que se prevé que los pisos bajen su precio algo más a lo largo del año. Es importante que nos fijemos en aquellas viviendas en las que la máxima es “urge vender” puesto que es posible que consigamos una buena rebaja, si ya tenemos localizado el piso que nos interesa.
Comprar una casa con hipoteca
Para hacer frente al precio de la venta, lo más habitual es pedir un préstamo hipotecario a nuestro banco, que financia normalmente al 80% del valor de la vivienda, y pagarlo en cuotas mensuales a los años acordados en la hipoteca. Aunque también hay otra fórmula, que es la subrogación hipotecaria, en la que nos haríamos cargo de la hipoteca que el vendedor tiene pendiente con el banco, asumiendo esta hipoteca con un cambio de titularidad, con los derechos y obligaciones que el vendedor ya tuviera fijados con su entidad. Es recomendable, si compramos una vivienda de segunda mano que no está libre de hipoteca, considerar cuál de las dos opciones es más interesante.
Qué tipo de vivienda nos puede interesar más
Nuestra capacidad económica para asumir un gasto tan importante como la compra de una vivienda, es el elemento esencial a tener en cuenta. O lo que es lo mismo, no gastar por encima de nuestras posibilidades. No todas las viviendas son iguales, ni por supuesto tienen el mismo precio. Además de valorar la zona que nos interesa, los servicios tanto del edificio como los transportes y otros servicios esenciales en la zona, hay varios tipos de inmuebles que podemos encontrar.
- La vivienda nueva, o vivienda de nueva transmisión que nunca ha sido ocupada ni gestionada por ningún otro comprador ni vendedor, muy habitual en zonas nuevas, y que pueden ser una gran opción.
- La vivienda de segunda mano, ya sea ocupada o vacía, en la que previamente se ha vivido. En este caso debemos comprobar el estado de la vivienda, si está libre de cargas hipotecarias, o de pagos a la comunidad de vecinos, y si es necesario emprender una reforma, en cuyo caso debemos incluirla en nuestro presupuesto.
- Los pisos de protección, pensados para aquellas personas que pueden tener dificultades para comprar una vivienda. Tienen un precio reducido, determinadas ventajas fiscales, y debemos cumplir con una serie de condiciones para poder optar a este tipo de viviendas.
Cómo enfrentarnos al pago de nuestra vivienda
Comprar una vivienda al contado es una operación al alcance de muy pocas personas, por lo que lo más habitual comprarla a través de la tramitación de una hipoteca con nuestra entidad financiera de referencia. Para que un banco nos conceda una hipoteca, es imprescindible contar con ciertos requisitos.
El primero, aportar ahorros. Estos ahorros pueden calcularse de la siguiente forma: un 30% de capital, calculando que necesitaremos en torno a un 20% para el pago de nuestra parte de la casa, y en torno a un 10% para los gastos de formalización de la hipoteca. Recordemos que las hipotecas cubrirán, aproximadamente, el 80% del valor de la vivienda.
La estabilidad laboral es un requisito imprescindible para garantizar el pago de la hipoteca. Y si teniendo un trabajo estable, nuestro salario no es excesivamente bueno, probablemente se nos exija como extra un aval. El banco también investigará si tenemos un buen historial crediticio, es decir, si no somos morosos, o tenemos impagos, y por supuesto cuál es la capacidad hipotecaria que tenemos para amortizar el préstamo que vamos a solicitar.
Es importante que, antes de decidirnos por una u otra hipoteca, incluso aunque recurramos en primera instancia a nuestra entidad habitual, busquemos información y comparemos. Hay páginas Webs muy completas, con comparadores muy eficientes, atendiendo al valor de la vivienda, los tipos de intereses y comisiones a las que tendremos que hacer frente.
