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Comunidad de bienes: escoger la mejor cuenta bancaria

La comunidad de bienes es la forma más básica de asociación entre dos o más personas autónomas con un pequeño negocio en común, en el que ambos aportan bienes y trabajo y además son responsables jurídicos y penales por igual, respaldándose mutuamente. Por tanto, la comunidad de bienes no tiene personalidad jurídica propia, tal como ocurre con una sociedad limitada, por ejemplo.

Lo que si tiene este tipo de sociedad es un NIF propio con el que se emiten facturas de la empresa, por lo que lo más habitual es que también se cuente con una cuenta corriente a nombre de la comunidad de bienes, para poder realizar las gestiones necesarias.

Difícil abrir una cuenta online

Evidentemente, se intentará encontrar una cuenta sin comisiones, sobre todo si no necesitamos demasiados requisitos y la cuenta bancaria es tan solo para gestionar pagos y cobros, sin demasiadas complicaciones. La mejor alternativa sería en principio una cuenta online, pues son las que suelen estar libres de cargos sin necesidad de contratar productos adicionales.

Lo cierto es que es complicado, por no decir imposible, abrir una cuenta online para una comunidad de bienes, por lo que no queda más remedio que acudir a la banca tradicional, pero intentando escoger un producto interesante para ahorrar al máximo.

Cuenta negocios expansión del Sabadell

Tras una investigación por la red, la cuenta negocios expansión del Sabadell parece una de las mejores opciones para abrir una cuenta para una comunidad de bienes sin pagar comisiones de mantenimiento ni de administración.

Se trata de una cuenta orientada a las PYMES, que facilita el trabajo de las mismas al proporcionar el servicio de banca online gratuito, las tarjetas y las transferencias también sin coste e importantes descuentos si se necesitan terminales de TPV. También ofrecen ciertas ventajas de financiación, aunque se deben de estudiar en cada caso por separado.

Puntos débiles

A pesar de que no tiene comisiones, esta cuenta obliga a contratar un servicio de asesoría jurídica telefónica que no es optativo. El primer año es gratuito, pero a partir de ahí hay que pagar 30 euros al año por disfrutarlo. Aunque esto es menos de lo que se paga por comisiones de mantenimiento y de transferencias en cualquier banco, es conveniente saber que va a tener que ser abonado obligatoriamente.

Otro de sus puntos más débiles es el programa para gestionar recibos. El cobro por remesas de recibo sale a 0.60 por recibo más I.V.A.  Un precio competitivo sobre el que no hay nada que objetar. Si se realiza el trámite en ventanilla este es igual que en cualquier otro banco. Pero,  aquí viene el problema, si se quieren gestionar los recibos online, hay que descargar un programa que se instala en el ordenador. Si se traba habitualmente con varios dispositivos, es cuando comienzan los problemas, ya que al no tratarse de un servicio en línea, las modificaciones que puedas hacer sobre datos en un ordenador no se registran automáticamente en los demás. Esto puede causar problemas por tener, por ejemplo, diferentes direcciones o números de cuenta para un mismo cliente, al no actualizarse en todos los ordenadores.

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