Las cuentas remuneradas son un tipo de cuenta bancaria que recoge las ventajas de las cuentas tradicionales en lo que se refiere a la disponibilidad del dinero y también la de los depósitos bancarios al darte una rentabilidad fija por tus ahorros.
Este tipo de producto no era muy conocido en España hasta que ING Direct lo introdujo con su Cuenta Naranja y hoy por hoy todas las entidades bancarias ofrecen cuentas remuneradas a sus clientes, aunque las condiciones pueden variar mucho de unas a otras.
Características de las cuentas remuneradas
Aunque algunas cuentas remuneradas llegan a tener condiciones muy particulares, lo habitual es que se puedan abrir sin un saldo mínimo determinado. El dinero renta desde el primer euro que se deposita en la misma, lo que las convierte en un producto atractivo para el pequeño ahorrador.
La mayoría de estas cuentas no cobra comisiones de apertura ni por su mantenimiento. También es cierto que lo normal es que se trate de cuentas en las que no se domicilian recibos y que se utilizan tan solo para el ahorro.
Los intereses generados por el dinero son abonados en la misma cuenta al final de cada periodo marcado. La mayoría de estas cuentas pagan intereses todos los meses. Los intereses, una vez sumados al saldo, comienzan a generar a su vez nuevos intereses si no se retiran.
Estas cuentas tienen una importante ventaja frente a los depósitos y es que ofrecen una rentabilidad muy similar a los depósitos a corto plazo, pero no cargan penalizaciones por la retirada del dinero. Es decir, no tenemos la obligación de tener los ahorros parados durante un plazo prefijado para poder retirarlo.
En el momento que necesitamos nuestro dinero en parte o todo, lo retiramos y aun así tendremos derecho a los intereses generados hasta esa fecha.
Cómo escoger una cuenta remunerada
Partiendo de la base de que todas las cuentas que barajamos cumplen los requisitos básicos expuestos en el apartado anterior, hay tres aspectos que debemos de valorar a la hora de escoger una cuenta remunerada:
- Los intereses que nos abonen por nuestro dinero: En principio la diferencia entre unas cuentas y otras puede parecer pequeña, pero a medio o largo plazo un porcentaje ligeramente más alto puede suponer una cantidad de dinero importante. También es importante saber cada cuánto tiempo se abonan los intereses.
- Las cantidades que se puedan depositar: Algunas cuentas exigen una cantidad mínima para comenzar a pagar intereses o fijan una cantidad máxima que puedes tener en la cuenta. Fíjate en esto para no llevarte sorpresas a la hora de recibir tus abonos.
- La posibilidad de combinar los beneficios de una cuenta remunerada con los de una cuenta nómina: Algunas cuentas remuneradas permiten además tener domiciliada la nómina, pagar algunos recibos y realizar las actividades normales de una cuenta corriente. Además podremos disfrutar de ventajas tales como devolución de parte de los recibos o préstamos preconcebidos a un interés más bajo de lo habitual
