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¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de solicitar una hipoteca?

Solicitar una hipoteca es, para la mayoría de los compradores, una parte fundamental en el proceso de compra de una vivienda. Sin ir más lejos, casi el 90% de los compradores en el 2019 solicitaron una hipoteca al banco para adquirir una casa. A la vista de esto, ¿cuál es el mejor momento para pedir una hipoteca y qué debemos tener en cuenta para ello?

Lo cierto es que el momento más adecuado será diferente para cada comprador. El historial de crédito, los ahorros que uno disponga, los ingresos y el tipo de empleo son algunos de los aspectos que determinarán las entidades bancarias a la hora de brindar o no un préstamo a un comprador.

Otros factores como la situación del mercado inmobiliario y la época del año también pueden jugar un papel fundamental a la hora de solicitar una hipoteca. Pero en muchos casos, estos dos últimos elementos se hallan un poco fuera de control de los compradores.

La situación económica del comprador

Cualquier tipo de préstamo conlleva cierto riesgo tanto para el comprador como para el banco. Desde la crisis económica del 2008, las entidades bancarias han endurecido los requisitos para solicitar una hipoteca. Para tener acceso a un préstamo, los compradores deben tener una buena solvencia económica y han de demostrar que podrán hacer frente sin problemas a las cuotas hipotecarias de cada mes.

Cuanto mejor sea la situación económica del comprador, más probabilidades tendrá que su solicitud de hipoteca sea aprobada. Es por eso que, si se tienen deudas, será fundamental pagarlas antes de pedir una hipoteca, ya que de lo contrario el banco no le concederá la solicitud.

Ingresos, empleo y precio de la vivienda

Aunque es imposible predecir lo que pasará en un futuro, los bancos se sentirán más seguros si el comprador tiene un empleo y unos ingresos estables cada mes. Es muy probable que, para su comprobación, analicen la declaración de impuestos en los últimos años del solicitante. Pero además de verificar sus ingresos, también revisarán su historial de empleo.

Será mucho más fácil obtener una hipoteca si llevamos dos años trabajando de forma estable en un empleo que si acabamos de acceder a la empresa. Y si el solicitante es autónomo, también se requerirá que al menos lleve dos años generando ingresos estables con su negocio.

No obstante tener un historial de ingresos estable no es el único factor que determinará la concesión o no de una hipoteca. También influirá el precio de la casa que queramos comprar. Si tenemos unos ingresos estables al mes de 1800 euros, pero las cuotas hipotecarias son de 1500 euros, es muy probable que el banco no nos conceda el préstamo. Habrá que buscar otra operación que sea más asequible.

Los ahorros del comprador

La norma general indica que debemos disponer de al menos el 20% del precio total de la vivienda en ahorros. Este factor puede ser determinante para que el banco nos conceda la hipoteca. No en vano, los ahorros son una especie de colchón que nos puede servir para ir pagando las cuotas hipotecarias.

Además, hay que tener en cuenta que para comprar una vivienda será necesario dar una entrada o un anticipo a modo de señal o reserva. Cuanto menor sea el pago inicial, mayor será el coste de la cuota mensual hipotecaria. Así pues, es muy importante tener unos buenos ahorros antes de adquirir una casa.

Porque además del pago inicial, debemos tener suficiente efectivo ahorrado para cubrir cualquier tipo de imprevisto. Lo más recomendable es disponer de al menos entre el 1% y el 3% del valor total de la vivienda para cubrir el coste de posibles reformas y otras tareas que se puedan llevar a cabo al comprar la casa.

La cantidad de dinero en ahorro también variará en caso de comprar una vivienda nueva o de segunda mano. Es probable que la casa más antigua requiera de algunas reparaciones o actualizaciones posteriores, costes que habrá que sumar a la hipoteca.

Gastos y deudas

Si queremos obtener una hipoteca del banco, los gastos y deudas que tengamos en el momento de la solicitud no deberían superar en ningún momento el 40% de nuestros ingresos mensuales. El banco no quiere correr riesgos a la hora de conceder un préstamo y solo aprobará aquellas solicitudes en las que se aprecie claramente que el comprador podrá hacer frente a las cuotas mensuales hipotecarias.

Por cierto, a la hora de solicitar una hipoteca cada comprador tendrá que hacer frente a lo que se conoce como los gastos de formalización. En ellos se incluyen, por lo general, los gastos de tasación, que pueden rondar aproximadamente los 400 euros. No obstante, hay entidades que asumen estos gastos de tasación, aunque para ello tendremos que aceptar la empresa tasadora que nos proponga el banco.

A esto hay que añadirle las diferentes comisiones que tiene una hipoteca. La nueva Ley Hipotecaria establece que el único cargo que tendremos que pagar al formalizar el préstamo es la comisión de apertura. También hay que prestar atención a las comisiones de amortización anticipada, a la comisión por desistimiento si la hipoteca es variable o fija y a la comisión por riesgo de interés, esta última solo en el caso de las hipotecas fijas.

Las hipotecas fijas o variables

Por último, antes de solicitar una hipoteca debemos estudiar si queremos una hipoteca fija o una hipoteca variable.

El interés de las hipotecas fijas siempre será el mismo y dependerá del plazo de devolución que pactemos con la entidad bancaria. En las hipotecas variables, en cambio, el interés estará condicionado por el diferencial que nos cobre el banco y por el nivel que alcance el euríbor.

La hipoteca a tipo fijo supone seguridad a largo plazo, pero en los primeros años pagaremos más. La hipoteca variable, por su parte, es inicialmente más barata, pero corremos el riesgo de no saber cómo estará el euríbor en los próximos años y cuánto tendremos que pagar.

Como podemos comprobar, son muchos condicionantes los que debemos tener en cuenta antes de solicitar una hipoteca. Si cumplimos con los factores anteriormente establecidos, tendremos muchas opciones de que el banco nos conceda un préstamo. De lo contrario, tendremos que esperar hasta cumplir con los requisitos que cada entidad nos imponga.

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